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23 nov 2010

Alivio (momentáneo)

Me tocas.
Me haces sentir único
por medios poco dignos
-eso no importa-.
Me tiendes la mano abierta
por completo, yo no la cojo.
Hoy seré yo el pudiente,
el que mande, sólo
por el hecho de poder.

Mientras,
escondo en mi memoria,
la vergüenza de otros lugares,
donde me obligaron a ir.
Guardo con recelo aquellas horas
en que yo era un subordinado.
Y mientras trato de olvidar
las infamias, dejándome servir.

De repente, mientras
me siento poderoso,
interrumpes tu trabajo:
'No te engañes,
sólo soy tu mano'

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